La protección de los 160.000 kilómetros de guardarraíles que existen en las carreteras españolas son una de las principales preocupaciones de los motoristas que lo han convertido en una de sus mayores reivindicaciones. Los actuales guarda raíles metálicos suponen un grave peligro para ellos y los ciclistas en caso de una simple caída ya que actúan como cuchillos sobre el cuerpo.
La empresa española fabricante de elementos de seguridad víal Vialtech, una sociedad familiar encabezada por Juan Arroyo Herrera, acaba de patentar un protector de guardarraíles que une a una homologada eficiencia, el bajo coste, la facilidad de instalación y su versatilidad en todas las carreteras. Para producir y comercializar este nuevo producto acaba de constituir una sociedad mixta con inversores, denominada Railbag que empezará la comercialización del nuevo protector este otoño.
Juan Arroyo, director general de la sociedad con sede en la localidad de Las Cabañas, cerca de Barcelona y que emplea a 14 personas, comentó a EL MUNDO que la empresa arranca con una inversión inicial de dos millones de euros para arrancar la producción, que se prevé ampliar con cuatro millones más antes de finales del próximo año. El nuevo protector ha despertado ya el interés de empresas constructoras de diferentes países. El grupo ACS intentó hace un año adquirir la empresa y sus promotores han recibido oferta de adquisición de la licencia para Italia, Alemania y varios países de Latinoamérica.
La empresa prevé alcanzar el próximo año unas ventas de este nuevo producto de unos 11 millones de euros, lo que supondría el 22% de la partida presupuestada por el Ministerio de Fomento para la protección de guarda raíles que asciende a 50 millones de euros. Sin embargo, Arroyo comenta que con esta inversión sólo es posible proteger 9.000 kilómetros de carreteras de un total de 160.000 kilómetros existentes. Además las protecciones se instalan en los nuevos guardarraíles mientras los antiguos siguen sin protecciones.
Frente a otros sistemas que hay en el mercado, la ventaja de Railbag es su eficiencia a bajo coste, 17 euros el metro y sus sencillez de instalación ya que se ajusta a los pilares de los guarda raíles actuales, además no exige mantenimiento y está homologado para mantenerse en perfecto estado durante 25 años. Otros sistemas actuales del mercado oscilan entre los 26 y 36 euros el metro sin instalación, y que exigen mantenimiento. Además este sistema de protección se puede regular en altura hasta 14 centímetros lo que permite hasta tres reasfaltados de la carretera sin tener que cambiarlo.
Los primeros metros de este sistema de protección están ya instalados en Zaragoza, en la avenida Alcalde Gómez Laguna y la empresa colabora con Fomento, la DGT y federación española de Automovilismo en la elaboración de la nueva normativa de guardarraíles que debe estar aprobada antes de 2011.
Simple pero eficaz
La principal baza del sistema Railbag es su simplicidad, lo que permite una fácil instalación con un bajo coste, pero enormemente eficaz para proteger a los motoristas o los ciclistas en caso de accidente o caída.
Básicamente es una ancha banda de material plástico y cuatro metros de largo que, además puede fabricarse con elementos orgánicos o inorgánicos de desecho de los que se extraigan polímeros, lo que lo hace totalmente ecológico. El ancho de la banda evita el contacto del accidentado con cualquier parte metálica del guarda raíl y, al no deja espacios abiertos, hace imposible la mutilación de algún miembro, como ocurre con los actuales guardarraíles, además de evitar un impacto con los postes.
La banda plástica reconduce el cuerpo hacia una zona segura o el arcén, mientras el asfalto frena al accidentado por rozamiento. Una vez superado el golpe, la cámara de aire de la banda protectora recupera automáticamente la presión y, por el tipo de polímero utilizado en su fabricación, el sistema de protección vuelve a la posición inicial sin ninguna intervención posterior.
En las pruebas de homologación del Railbag realizadas en el Centro de Investigación y Desarrollo del Automóvil (Cidaut) el sistema de protección fue capaz de absorber un 80% del impacto cuando se produjo a una velocidad de 60,9 km/h y con un peso del maniquí de 86,20 kilos. Lo que confirmó que reducía de forma importante el daño en el cuerpo y eliminaba cualquier tipo de lesión grave. Además se confirmó que con este sistema el cuerpo se para contra el sistema evitando un atropello por el rebote a la calzada.
Actualmente está en proceso de homologación el mismo sistema para un impacto a 80 km/h.
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