Como esos gusanos repugnantes, gordos, a punto de reventar, arrastrando su desagradable cuerpo, despacio, sube al hermoso árbol en busca del sitio mas seguro donde esconderse y preparan la crisálida donde pasaran una angustia atroz... así me siento yo en estos momentos. Mi alma esta oprimida por el dolor, que nada tiene que ver con el dolor del cuerpo que me sostiene en esta dimensión horrorosa, involucionada y destructiva donde me ha tocado esta vida. Nunca me tome demasiado en serio, seguro por ignorancia a todo lo relacionado con la cuántica.
Un ser diferente en este mundo, por sensibilidad o cualquier otra cualidad es rechazado, aislado, torturado mentalmente hasta su destrucción, su aniquilación...su muerte física.
Morir no esta de moda, no esta bien visto, pero solo es un cambio de dimensión, vuelves a ser esa energía del universo, libres, vibrando al unísono con el resto del cosmos.
Cuando empezó la pandemia descubrí que las dimensiones existen y que hay cosas que vienen a este mundo transformados en humanos, son vibraciones cósmicas con cuerpos... y están aqui para hacernos la transición mas dulce.
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