Javier de la Cueva es un abogado especializado en Propiedad Intelectual, promotor de diversas iniciativas relacionadas con el Voyleft y abogado defensor en numerosos procesos llevado a los juzgados por la Industria Cultural y las entidades de gestión.
¿Cómo concibes lo que está pasando? ¿En verdad es esto democracia o no?
Por supuesto. El gobierno del pueblo es democracia, aunque no solo es el gobierno del pueblo.
¿Qué le falta, entonces?
Lo anterior es una condición necesaria, pero no suficiente. Lo que se necesita es estructurar y articular ese gobierno por medio de una serie de medidas: forjar las voluntades individuales, un estudio fundamentado de las decisiones colectivas, otros elementos como la cultura y la educación, pero fundamentalmente preocuparnos por el respeto hacia los demás.
De la Cueva, hoy en Botines.
Ha habido mucha polémica sobre todo por el conflicto entre los derechos en juego. ¿Han legislado bien las autoridades judiciales?
Las autoridades han dicho que no se pueden hacer manifestaciones con respecto a la intención de voto, como ocurrió antes de las elecciones del pasado domingo; pero las que han pedido autorización y se la han dado no han tenido ningún problema. No nos olvidemos que nunca está en un limbo legal el ejercicio de los derechos fundamentales.
¿Qué derecho debe primar?
No es tanto cuestión de que prime un derecho por encima de otro. Son límites de lo que estamos hablando. El derecho de reunión o de manifestación, que son diferentes, y aquí sí hay mucho de reunión donde se está debatiendo una serie de cosas. Esto no debe impedir que esto choque o atentar contra el derecho de los demás, por ejemplo cuando se produce basura o promoviendo unas condiciones insalubres para el resto de personas, o se pone en riesgo la vida de los demás. Y aquí no hay nada de eso: esto no es un botellón y se respeta el silencio de los vecinos como ha ocurrido con la protesta en Sol, en Madrid.
¿Qué opina sobre el desalojo en Barcelona?
Lo que se ha hecho y cómo es una barbaridad, que se tendría que saldar con dimisiones políticas y el cese de sus responsables. No se puede consentir que unos empleados públicos atenten contra unas personas reunidas y sentadas en el suelo que les apaleen. Las imágenes en internet son demoledoras sobre lo que estoy diciendo. Sus responsables, insisto, tendrán que estar procesadas.
"El desalojo en Barcelona se debería saldar con dimisiones políticas"
¿Conoces si se van a presentar denuncias al respecto?
No, no lo sé. Cada colectivo de acampados es autónomo e independiente y cada una de ellos considera lo que deben hacer. Pero mi opinión es que deben denunciar a estos salvajes y que a sus responsables se les eche del Cuerpo.
¿Los partidos políticos han entendido este movimiento? Algunos, incluso como IU o el PSOE, se han apropiado del discurso de los 'indignados'. ¿Cómo puede entenderse esto?
Están fuera de la realidad. Desde el coche oficial hay una gran lupa, pero hacia adentro. Por eso no saben lo que está ocurriendo en la calle. Es más: empresas como Zara o El Corte Inglés obligan a muchos de sus directivos y trabajadores a estar en la calle para conocer lo que está sucediendo. Y les dicen, además: no deben venir en su coche a trabajar sino en transporte público, porque de esa manera se palpa lo que ocurre en la calle. Por eso estos políticos no tienen ni idea de lo que está pasando en este país; lo único en lo que piensan es en los problemas de su partido o de los foros a los que van. Con ello nos demuestran una mediocridad absoluta.
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