Ahora los análisis descartan que los pepinos estuvieran infectados...pero el daño ya está hecho. Se ha convertido en una crisis grave para la que todavía no se ven medidas claras por ningún lado. Alemania se lava las manos y el gobierno español ha reaccionado tarde, muy tarde. Y los productores advierten que cada semana que pasa pierden 200 millones de euros.
Pero ¿quién defiende a los agricultores españoles? Las redes sociales de nuevo se han puesto manos a la obra. Por ejemplo en Twitter el termino pepino se repite hasta 600 veces a la hora, convirtiéndose incluso en “Trending topic” con el hahstag”#1kilopepino
Te encuentras con tuist de todo tipo. Algunos piden boicotear los productos alemanes en respuesta a lo sucedido, otros dan recetas de cocina con el pepino como ingrediente principal. Y los más ingeniosos tiran del humor para describir la difícil situación: “Nacho Vidal le enseñará el pepino español a Merkel para que no dude más” o “atención pregunta: si me como un pepino almeriense mientras hablo x el móvil. Puedo palmarla??”
Si buscáis por el hahstag #peliculaspepineras os encontraréis con “El hombre que susurraba a los pepinos” , “El Gran Pepenoski”, “El pepino sobre el río Kwai”, “Entrevista con el pepino”, “El silencio de los pepinos” o “La gata sobre el pepino de cinc”.Y más humor en las #cancionespepineras : “Por el amor de esa mujer, somos dos hombres con un mismo pepinoooo”, etc.
En Facebook ya hay más de 20 páginas de apoyo. Algunas llegan incluso a describir a Angela Merkel como la Salchicha alemana. Hasta 2.000 seguidores ha conseguido“prefiero mi PEPINO ESPAÑOL a tu salchicha alemana”
Por ahora una de las mayores defensas es la que ha surgido en internet con una web que te permite comprar pepinos directamente al productor. En apadrinaunpepino.com Puedes apadrinar una caja de pepinos de 10 kilos por 20 euros o una caja de 5 kilos por 10 euros.
Por cierto que a raíz de la crisis no he podido remediarlo y me he acordado de la periodista Beatriz Pérez Aranda y su “pepino”.
Hay que tomarse la vida con humor, eso es cierto, y además viene bien con la que nos está cayendo, pero no debe apartarnos ni un segundo del objetivo principal: que nuestro país sea indemnizado por los daños causados y que al grito de ¡y un pepino! dejemos de ser el hazmerreír europeo.
Álvaro Santos
Pero ¿quién defiende a los agricultores españoles? Las redes sociales de nuevo se han puesto manos a la obra. Por ejemplo en Twitter el termino pepino se repite hasta 600 veces a la hora, convirtiéndose incluso en “Trending topic” con el hahstag”#1kilopepino
Te encuentras con tuist de todo tipo. Algunos piden boicotear los productos alemanes en respuesta a lo sucedido, otros dan recetas de cocina con el pepino como ingrediente principal. Y los más ingeniosos tiran del humor para describir la difícil situación: “Nacho Vidal le enseñará el pepino español a Merkel para que no dude más” o “atención pregunta: si me como un pepino almeriense mientras hablo x el móvil. Puedo palmarla??”
Si buscáis por el hahstag #peliculaspepineras os encontraréis con “El hombre que susurraba a los pepinos” , “El Gran Pepenoski”, “El pepino sobre el río Kwai”, “Entrevista con el pepino”, “El silencio de los pepinos” o “La gata sobre el pepino de cinc”.Y más humor en las #cancionespepineras : “Por el amor de esa mujer, somos dos hombres con un mismo pepinoooo”, etc.
En Facebook ya hay más de 20 páginas de apoyo. Algunas llegan incluso a describir a Angela Merkel como la Salchicha alemana. Hasta 2.000 seguidores ha conseguido“prefiero mi PEPINO ESPAÑOL a tu salchicha alemana”
Por ahora una de las mayores defensas es la que ha surgido en internet con una web que te permite comprar pepinos directamente al productor. En apadrinaunpepino.com Puedes apadrinar una caja de pepinos de 10 kilos por 20 euros o una caja de 5 kilos por 10 euros.
Por cierto que a raíz de la crisis no he podido remediarlo y me he acordado de la periodista Beatriz Pérez Aranda y su “pepino”.
Hay que tomarse la vida con humor, eso es cierto, y además viene bien con la que nos está cayendo, pero no debe apartarnos ni un segundo del objetivo principal: que nuestro país sea indemnizado por los daños causados y que al grito de ¡y un pepino! dejemos de ser el hazmerreír europeo.
Álvaro Santos
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