Más allá de la dudosa legalidad de algunos de los métodos con que llevan a cabo sus acciones, este mensaje podría trasladarse a casi todo lo que hace Voina, una comunidad de artistas rusos en activo desde 2007 cuyo propósito es realizar protesta política desde la calle. "Estamos contra el revanchismo de la derecha radical y la aniquilación de la libertad de expresión", explica Plutser-Sarno. "Voina [guerra, en ruso] ha trazado una línea divisoria en la sociedad rusa: hemos construido una barricada simbólica entre los conformistas y la gente dispuesta a protestar. Bajo las autoridades actuales, Rusia no tiene ningún futuro, ni económico ni político. El país está volviendo a la pesadilla del oscurantismo medieval".
En el próximo Arco, la feria de arte que se celebra del 16 al 20 de febrero en Madrid, Rusia es el país invitado. Pero no busquen a Voina ahí. "La selección para algo así la hace nuestro ministerio de cultura, que está lleno de burócratas corruptos. Y nosotros no tratamos con instituciones sobornables y mafiosas", desestiman.
El último capítulo de Voina ha trascendido fronteras gracias al apoyo de Banksy. El pasado 16 de septiembre, coincidiendo con la víspera del día del juicio final según la Biblia, Voina volcó siete coches de policía al grito de "¡arrepentíos de vuestros pecados, sucios polis corruptos!". Un mes después, dos de sus líderes, Oleg Vorotnikov y Leonid Nikolayev, eran arrestados por el Centro de Prevención Contra el Extremismo en Moscú y trasladados a una prisión de San Petersburgo.
El eco de su denuncia llegó hasta Banksy, que ofreció las ganancias íntegras de una de sus obras ?la serie de pósters Choose your weapon? para pagar la fianza de dos millones de rublos (unos 100.000 euros). A mediados de enero, la jueza desestimó ese dinero aduciendo que provenía de "una persona desconocida" ?recordemos que Banksy trabaja desde el anonimato. Hoy, ambos permanecen pendientes de fecha de juicio y detenidos bajo la acusación de "vandalismo e incitación al odio hacia un grupo social".
Plutser-Sarno y la esposa de Vorotnikov, Natalia Sokol, los otros dos únicos miembros identificados de Voina, están en busca y captura. Sokol asegura, vía e-mail, que los captores de su esposo le arrebataron su documento de identidad y el de su hijo durante la redada. "Algo que supone la muerte civil para mí y mi pequeño; no puedo acceder a ningún tratamiento médico". Aun así, subraya que no piensan cejar en su batalla. "¿Nuestros proyectos de futuro? Seguir jodiendo a estas autoridades mientras sigan existiendo".
Orgía preelectoral en el Museo Ruso, llevada a cabo en un lugar público para denunciar “el carácter pornográfico del traspaso del trono presidencial de Putin a Medvédev”. - |
Voina es el colectivo ruso que busca desenmascarar "el terrorismo de Estado" de su país. No les busques en Arco
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