viernes, 13 de noviembre de 2009

MONSANTO. UNA Y OTRA VEZ SOÑANDO CON SER DIOS

En los últimos años, las organizaciones de agricultores del mundo entero, los criadores y cultivadores, las instituciones de la ONU, así como las organizaciones de desarrollo y medio ambiente han expresado reiteradas veces su preocupación ante la creciente monopolización de semillas y animales de granja mediante patentes. La pérdida de su independencia y el creciente endeudamiento de los agricultores, la disminución de la diversidad vegetal y animal y las cada vez mayores restricciones a las actividades de cultivo, cría e investigación son algunos de los impactos más preocupantes de esta tendencia. Pero a pesar de estas experiencias alarmantes aún no existen medidas legales para detener esta tendencia. Al contrario, un estudio reciente sobre solicitudes presentadas ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), muestra que las grandes empresas internacionales de semillas siguen intentando imponer sus reivindicaciones de monopolio sin preocuparse por las consecuencias para la seguridad alimentaria global y el sustento de los agricultores del mundo entero. Esto resulta obvio al analizar las más recientes solicitudes de patente, presentadas por las tres empresas globales de semillas más grandes Monsanto (EE.UU.), Dupont (EE.UU.) y Syngenta (Suiza).

Los siguientes ejemplos muestran algunas solicitudes de patentes llevadas al extremo1. Muchas de las reivindicaciones presentadas en estas solicitudes solamente pueden ser descritas como absurdas. Estas patentes muestran hasta donde se ha llegado con las regulaciones sobre patentes existentes que son completamente deficientes. En tan solo cuatro años, entre el 2005 y el 2009, Monsanto presentó casi 150 solicitudes de patentes sobre cultivo de plantas ante la OMPI. Estas solicitudes muestran la tendencia creciente a exigir derechos de propiedad exclusivos no solamente sobre plantas y animales modificados genéticamente, sino también sobre la biodiversidad existente y los métodos de cultivo y de crianza tradicionales. Mientras que en los años anteriores al 2005 solamente se presentaron algunas pocas patentes de esta índole, más del 30% de las solicitudes de patentes de Monsanto presentadas entre el 2005 y el 2009 incluyeron métodos de cultivo convencionales. Esta tendencia también se puede observar en otras grandes empresas de semillas. Durante el mismo período, Dupont presentó alrededor de 170 solicitudes de patentes sobre cultivos, el 25% de ellas implicaron métodos de cultivo convencionales. Syngenta presentó unas 60 solicitudes, el 50% de ellas centradas en cultivos tradicionales. Entre las grandes empresas de semillas, Monsanto es la única que también presenta patentes sobre animales de granja. Desde el 2005, alrededor de 20 patentes sobre métodos de cría han sido presentadas por la empresa estadounidense.

Ejemplos

  • En la solicitud de patente de Monsanto WO2008021413, ‘la patente que monsantoriza el maíz y la soja’, se reivindican métodos que se utilizan ampliamente en el cultivo y la cría convencional. En más de 1000 páginas y a través de 175 reivindicaciones, Monsanto reivindica varias secuencias de genes y variaciones genéticas, especialmente en soja y maíz. Monsanto incluso va tan lejos y exige explícitamente todas las plantas relevantes de maíz y soja que contienen esos elementos genéticos. Además se listan todas las utilizaciones en alimentos, piensos y biomasa. A través de la presentación de solicitudes regionales específicas, Monsanto muestra un interés especial en solicitar esta patente en Europa, Argentina y Canadá.
  • En la solicitud de patente WO 2009011847, ‘la patente que monsantoriza la carne y la leche’, Monsanto reivindica ampliamente los métodos de cría de ganado, los animales, así como también “la leche, el queso, la mantequilla y la carne.”
  • Otras empresas también están presentando de forma agresiva solicitudes sobre recursos genéticos, necesarios para la producción de alimentos y piensos. Un ejemplo es la solicitud de patente WO2008087208, ‘la patente de Syngenta sobre la cosecha de maíz', que se concentra en las condiciones genéticas del maíz para la producción de granos. Syngenta reivindica las plantas e incluso su cosecha.
  • Varias patentes similares ya han sido concedidas, como la patente sobre el cultivo de soja, como la WO 98/45448, ‘la patente de Dupont sobre tofu’, otorgada en Australia, Europa y los EE.UU. que abarca la salsa de soja, el tofu, la leche de soja y un preparado para biberón de esta soja. Esta patente (o patentes de la misma familia) también ha sido presentada para el Brasil, Canadá, China, Japón, Noruega y Nueva Zelanda.

Esta clase de patentes son la columna vertebral de una estrategia para asumir el control global sobre la producción alimentaria a todos los niveles. Estas patentes no eliminan la investigación e innovación. Su objetivo es bloquear el acceso a los recursos genéticos y a la tecnología y crear una nueva dependencia para los agricultores, criadores y cultivadores. La resistencia, sin embargo, está aumentando. En el 2007, las organizaciones de agricultores y las ONG del mundo entero crearon la plataforma global 'no a las patentes sobre semillas'. En el 2008, cientos de cartas fueron enviadas a la Oficina Europea de Patentes (OEP) en el ‘caso de la patente sobre brócoli’ , EP 1069819, lo que constituyó un precedente. En el 2009, miles de agricultores y ciudadanos, ONG e incluso autoridades gubernamentales presentaron una oposición a la ‘patente europea sobre la cría de cerdos ’, EP 1651777, una patente solicitada por Monsanto en el 2004.

No hay comentarios:

Publicar un comentario