jueves, 20 de agosto de 2009

LA VERDADERA PANDEMIA.

Pasar una consulta como médico de familia (y más si pasas dos consultas, una por la mañana y otra por la tarde) te ofrece un raro privilegio: escuchar las historias personales de 70 personas distintas cada día.

Así que si estás un poco atento puedes palpar la realidad "de la calle" con bastante acierto.

Te viene Juana, de 50 años buscando desesperadamente que la den una invalidez, porque aunque no ha trabajado en su vida y acude a la consulta con bolso de marca falso y collar de perlas (de pega) su marido, que era autónomo y ganaba mucha pasta, hace 2 años que no factura y ya se ha comido todos los ahorros. Así que la familia anda con el agua al cuello y a punto de perder sus pisos, incluidos los de sus hijos, como no, en Seseña.

Te viene Paula, una ecuatoriana que vino hace 6 años cuando las vacas gordas. Se metió en una hipoteca con su marido, pero ahora se divorciaron y él perdio su empleo. Y con una sola paga de 1000 euros no da para pagar la casa y dar de comer a su hijo de 6 años. Así que decide alquilar una habitación a un nigeriano. El nigeriano se ha instalado pero no paga, y encima mete a sus amigos en el piso "a armar escándalo". No solo no le puede echar, sino que la ha amenazado a ella y a su hijo (que ya está viviendo en casa de una prima de ella).

Te viene Jose, con un cuadro depresivo. Trabajor de la construcción, se sacaba 5000 euros al mes. Pero ahora la cosa está parada, así que le han quitado SU MOTO, y ahora van a quitarle el piso. No ha ahorrado en todos estos años y se ha metido en deudas hasta el cuello, siempre al límite, "que nunca bajan"... y ahora con un sueldo de 800 euros ya no vive como antes.

Te viene una pareja de gitanos ella embarazada y los dos pensando en abortar y hacerse la vasectomía "porque ya tenemos cuatro y la cosa está muy mala"... y te viene otro, y otro más.

Pero al mismo tiempo te vienen inmigrantes sobre todo de Rumanía y Santo Domingo, de mediana edad (unos 50 años), acompañados por un familiar más joven que lleva ya tiempo y hace de traductor, con diversos problemas de salud crónicos "que me miraban en mi pais" y que acaban de llegar a España "hace unas semanas". Lo que te corrobora que la cosa está extendida ya por todo el mundo y que siempre hay un sitio donde está peor.

Y entonces te das cuenta de que estamos en medio de una verdadera pandemia. Pero una de las gordas.

Y encima esta tampoco se cura con Tamiflú.

Una verdad como un puño... ... el titulo enlaza con el original.

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