martes, 26 de agosto de 2008

HUMANIDADES... ... ...EL LUTO DE GANA.




Una gorila llamada Gana que vive en un zoológico de la ciudad alemana de Münster se niega a deshacerse del cuerpo de su cría, nacida en mayo pasado y que murió el pasado sábado por causas desconocidas.

Los expertos no pueden hacerle la autopsia precisamente por la resistencia de la madre a abandonar a su bebé, al que intentó reanimar con sacudidas y caricias.

La portavoz del Allwetter Zoo, Ilona Zuehlke, ha señalado que este comportamiento no es extraño en primates. "La madre está de luto y tiene que despedirse de su hijo", ha manifestado. Los gorilas suelen realizar ciertos ritos fúnebres y llorar por los miembros del clan cuando mueren.

El bebé se llamaba Claudio y era el segundo hijo de Gana. La gorila tuvo una hembra en 2007, que vive ahora en el zoológico de Stuttgart, también en Alemania.


¿Tienen los animales sentimientos?



Lo que no dudan en el zoo alemán es que estos animales tienen y muestran sus sentimientos. “Lo expresan en su rostro con un gesto parecido al nuestro”, afirma uno de los biólogos que cuidan a Gana.

“Puede que llamarlo tristeza sea una manera de humanizarles, pero sólo así podemos entender su comportamiento ante la ausencia de una prueba empírica”, asegura el experto.

Conscientes de la muerte

El veterinario Gonzalo Fernández –director técnico de la empresa que gestiona del Biopark de Valencia y el zoo de Fuengirola– lo tiene claro: los grandes simios no sólo tienen sentimientos sino que son perfectamente conscientes de la vida y la muerte. “Los homínidos [gorilas, orangutanes y chimpancés] sienten un afecto por sus crías más allá de lo hormonal y un cariño humano por sus compañeros de manada”, señala Fernández.

El veterinario, que lleva 20 años trabajando con estos animales, explica que lo ocurrido en Münster es bastante frecuente. “Su comportamiento cambia al fallecer uno de ellos, y eso significa que entienden la muerte”, asegura. El biólogo cree que otros animales, como perros y gatos, también sienten la muerte de sus crías, pero las emociones de los homínidos se acercan más a las humanas. “Los procesos son más complejos cuanto mayor es la inteligencia”, añade el experto.

Así lo cree también Enrique Sáez, biólogo y veterinario del Zoo Aquarium de Madrid. Para él, la reacción de muchos animales ante la muerte de sus crías (dejar de comer, cargar con ellas o aislarse de la manada) implica que sienten su pérdida. “Y, probablemente, ese sentimiento sea muy parecido al nuestro”, afirma. “Pero sería un grave error juzgar como acto de maldad que una gorila mate a su cría, porque no podemos extrapolar conceptos morales a la conducta animal”, sentencia.

Además, Gonzalo Fernández explica que es bastante posible que Gana haya causado la muerte de su cría si desde pequeña no ha aprendido a criarla. “Cuidar de los hijos no es instintivo, se aprende de los padres”, comenta Fernández. Si los progenitores de Gana fueron capturados antes de conocer el proceso de cría, ella no sabría hacerlo y podría rechazar a su bebé.

También sienten empatía

Alegrarse por la suerte de otros, además, es algo que no sólo les ocurre a los humanos: también sucede entre primates. Así lo revela un estudio de investigadores del Centro de Investigación en Primates Yerkes de la Universidad de Emory (EEUU), que muestra cómo a los monos capuchinos les satisface observar la felicidad de sus compañeros cuando éstos reciben comida. Un comportamiento pro-social basado, según los investigadores, en la empatía.

Este trabajo, publicado en la revista PNAS, es por tanto uno más de los descubrimientos que muestran que, como asegura Gonzalo Fernández, “los animales son mucho más complejos de lo que creemos”.

Distintas reacciones ante la muerte
- Cuando muere un miembro de la manada, los elefantes velan el cuerpo sin vida. A veces incluso se quedan con un pedazo de algún hueso del compañero que han perdido.
- Los cetáceos (como las ballenas o los delfines) desplazan el cadáver y lo empujan para intentar mantenerlo a flote.
- Los chimpancés se agrupan en clanes que practican la guerra organizada entre ellos para defenderse, conquistar los territorios de los grupos rivales o luchar por las hembras de su especie.
- Las cebras, como otros muchos animales, huyen cuando uno de los miembros de su manada es asesinado, ya que temen perder también su vida.


Nota: Conocer a los animales es respetarles al margen de las diferencias que puedan existir con nosotros, como animales que somos. En lo esencial, nos igualamos todos por la capacidad de sentir, motivo por el cual promovemos el respeto a su vida, sus necesidades, su sufrimiento, su disfrute y su libertad.



Los humanos, tenemos un serio problema de SUPERIORIDAD enfermiza que no nos deja ver claro que solo somos un grupo de animales mas sobre la tierra, que no es exclusivo que nos duelan los sentimientos, que lo que nos diferencia de ellos, no es que sepamos comunicarnos, ellos lo hacen, y se entienden perfectamente, aun en diferentes "idiomas", Nosotros aun hablando el mismo, ni pa dios nos enteramos, que la única superioridad que tenemos es, LA DE DESTRUIR TODO AQUELLO QUE TOCAMOS.

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