Más de 400 menores en el mundo son niños esclavos y viven tras el humo de los basureros, arriesgan sus vidas como pescadores de perlas, trabajan en las minas para producir artículos cosméticos, son secuestrados para ejercer de soldados y son utilizados en el comercio de órganos, prostíbulos y talleres de manufacturas.
Así lo aseguran el Movimiento Cultural Cristiano, el Partido SAIn (Solidaridad y Autogestión Internacionalista) y Camino Juvenil Solidario, que celebran una concentración en la Puerta del Sol (Madrid) para denunciar esta situación y para conmemorar el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil.
15º aniversario del asesinato de Iqbal Masih
Esta celebración coincide con el 15º aniversario de la muerte del niño católico pakistaní Iqbal Masih, asesinado cuando tenía 12 años y militante en la lucha contra la esclavitud infantil.
Masih fue vendido por sus padres a los cuatro años por 12 euros y un salario diario de una rupia. Siendo esclavo conoció al presidente del Frente de Liberación del Trabajo Forzado, donde inició su vida como militante. Contribuyó a cerrar varias empresas en las que todos los trabajadores eran niños esclavos, pero la mafia de la tapicería de Paquistán acabó con su vida.
Consecuencia de un sistema económico perverso
"Hoy hay más esclavos que en cualquier otro momento de la historia. Los niños son obligados a participar en una planificación internacional del trabajo, consecuencia de un sistema económico perverso. Este crimen mundial, lejos de desaparecer aumenta anualmente en número y en crueldad", afirman el Movimiento Cultural Cristiano, el Partido SAIn y Camino Juvenil Solidario.
Estas entidades explican que las causas de la esclavitud infantil están en "un sistema económico internacional radicalmente injusto, organizado a la medida de las grandes compañías multinacionales, y un sistema financiero mundial que busca el máximo beneficio y no repara en usar a los niños como mano de obra esclava".
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