La Organización Mundial de la Salud, comienza, hoy, una evaluación interna sobre su manejo de la llamada gripe porcina, a casi un año desde que se diagnosticaran los primeros casos.
Para algunos críticos, la OMS cedió a presiones de las industrias farmacéuticas para que declarara, cuando no correspondía, el estado de pandemia, lo que obligó a muchos gobiernos del mundo a invertir ingentes cantidades de dinero en vacunas que, a la postre, resultaron inútiles.
Gripe porcina: ¿reacción exagerada?
La gripe porcina causó 17.000 muertos en todo el mundo, en circunstancias que, cada año, mueren unas 250.000 personas a causa de la influenza o gripe común.
Sin embargo, la OMS se defiende y aduce que los nuevos virus son impredecibles y que es mejor ser cautelosos. Por otro lado, también sería inconcebible pensar que los gobiernos no inviertan en salud frente a un nuevo virus cuyos estragos pueden resultar incontrolables.
Y en todo esto, los medios de comunicación también parecen haber excedido su propósito de informar y han contribuido a extender la alarma.
En este panorama,las preguntas parecen obvias:¿en manos de quién está la salud mundial?
¿Fue exagerada la declaración de estado de pandemia frente a la gripe AH1N1?
¿Con qué criterios deben invertir en salud los gobiernos?
En el caso de las farmacéuticas,¿qué está primero: la ganancia o la salud mundial?
¿Es un buen negocio la alarma para los medios de comunicación?
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