En el local, ubicado en un bar-restaurante de Paracuellos del Jarama, sólo pueden fumar los socios (de momento hay 70) y para inscribirse hay que cumplir con varios requisitos: ser mayor de edad, consumir habitualmente y pagar diez euros al mes.La edad media de los asociados oscila entre los 20 y los 65 años, y hay de todo, desde los que lo fuman por pura diversión hasta los que lo hacen bajo recomendación médica.
Dispensar en lugar de vender
Es el ejemplo de Juan José León, florista de 37 años: "Empecé a consumir tras un cólico nefrítico. Los canutos eran lo único que me calmaba el dolor sin que sufriera efectos secundarios", explica.Nuestra intención no es hacer dinero, sino reivindicar la regularización de la marihuana La marihuana cuesta unos seis euros el gramo. Algo también legal, ya que, al tratarse de una asociación, y no de una empresa, este intercambio económico no puede considerarse una venta (en teoría): "Nuestra intención no es hacer dinero, sino reivindicar la regularización de la marihuana", señala Pedro Álvaro Zamora, presidente del club. Se habla de ‘dispensar’, en lugar de ‘vender.
Además, el Private Cannabis Club cuenta con varios pluses frente a los establecimientos holandeses, como cochinillo o raciones de jamón 5 jotas, "para mí, el mejor acompañamiento que hay para fumarse un porrillo", asegura uno de los socios.