miércoles, 3 de marzo de 2010

NO LO MERECEMOS.

Tenemos unos políticos que no nos merecemos:

Responsables:
Nacho Uriarte, Presidente de Nuevas Generaciones del partido –menudo eufemismo- diputado y miembro del Comité Ejecutivo del PP, además de pluriempleado en la comisión de Seguridad Vial del Congreso, fue cazado el miércoles conduciendo borracho. Por lo que responsablemente ha dimitido de su puesto en esa comisión -nuestros políticos siempre dando ejemplo-, sino hubiese sido pillado otro gallo cantaría, por supuesto no ha dimitido como diputado, faltaría más pues la responsabilidad tiene un límite.

Educados:
Esperanza Aguirre dixit: «Hemos tenido la suerte de dar un puesto a Izquierda Unida quitándoselo al Hijoputa» hijo de eso en mayúsculas pues el destinatario de tal improperio es alguien habitual de la dicente, sino hubiese dicho “a ese hijoputa” –ahora si en minúsculas-. Sin duda unas lecciones de urbanidad no le vendrian nada mal.

Solidarios:
Los diputados y senadores que hayan alcanzado los 11 años de mandato tienen garantizado el cobro de la pensión máxima. Para los ciudadanos comunes es necesario cotizar 35 años y los últimos 15 con la base máxima –de momento-.

Bono a los diputados: el Congreso cuesta lo mismo que Ronaldo, mira que majos.
A esto se le llama solidaridad.

Honrados:
María Antonia Munar dimite como presidenta del Parlamento balear tras ser acusada de trincar unos cuantos euros, solamente 300.000, para comprar el 50 por ciento de acciones de Video U. Seguro que se trata de simples habladurías mal intencionadas.

Coherentes:

Montilla, presidente de la Comunidad de Cataluña, que impone a los catalanes (incluidos los charnegos como él) la enseñanza exclusiva en catalán, lleva a sus hijos a un colegio alemán que imparte una única hora de catalán a la semana.
A esto se le llama coherencia con su ideología y postulados.
Caricatura de Vizcarra

Con lo señalado queda bien acreditado, tenemos unos políticos que no nos meremos, colmados de dignidades, por lo que ellos por iniciativa propia deberían dejarnos correr a nuestra suerte y marcharse mientras más lejos mejor, es sólo una sugerencia que de ser llevada acabo seria aplaudida por la mayoria.

Ante este maremágnum de virtudes – reflejadas aquí sólo algunas de ellas-, resulta extraño y paradójico como pueden seguir en sus poltronas, durante años y años.

En este punto es conveniente sacar a la luz una frase del Cantar de mío Cid -aquí un breve relato de los hechos y hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, contado en la web de victor-, actualizándola a nuestros días.


Cantar de mío Cid: ¡Dios, que buen vasallo, sí tuviera buen Señor!”

La frase podría quedar del siguiente tenor:

¡Dios que buen pueblo, si tuviese buenos Gobernantes!

Y a fe mía que seria es así, de momento nos queda aguantar a este enjambre de políticos de oficio, no aguantarnos ante tamañas tropelías y reaccionar con los medios que tenemos a nuestro alcance. (visión de este tema desde la perspectiva policial, extrapolable, desgraciadamente, a todos los ámbitos)

De todas formas siempre hay gente que mea fuera del tiesto -metafóricamente hablando y realmente también, para que engañarnos- y en este caso igualmente, aunque desafortunadamente cada vez menos. Como Joaquín Manuel Montero, concejal del PSOE y segundo teniente de alcalde de Paradas (Sevilla) que ha solicitado la baja como militante del PSOE, después de que se aprobara en el Senado la ley del aborto impulsada por el Gobierno. O el de la Corporación del PP en Villar de Cañas (Cuenca), que han antepuesto el progreso y bienestar de su pueblo ante el que podría ser el suyo propio al señalar: “aquí ninguno vivimos de la política” en el tema de la presentación de su candidatura al ATC, desobedeciendo al stablishmen del partido y bajo la amenaza de expulsión.

Estos dos ejemplos, de un lado y del otro, nos sirven, más bien les debiera servir a ellos, para constatar que existe otro modo de hacer política en el que se antepone el bien común al propio. Quizás un día no muy lejano esto llegue a ocurrir.

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