Mujeres, jóvenes y jefas de policía

Hoy en México la mujer a demostrado que se pueden tener 20 años y vivir en uno de los lugares más peligroso  del mundo siendo policía. Sin armas, sin presupuesto en un lugar donde lo macho es lo que mejor funciona y donde las pistolas solo las cargan los cintos de los hombres.
Marisol Valle es desde octubre la jefe de policía de Praxedis, un pequeño municipio de la violenta Ciudad Juárez.
Una mujer que ridiculizando el machismo tan exacerbado en esta ciudad, ha animado a otras dos mujeres increíblemente amas de casa: Verónica Ríos y Olga Herrera, otras dos mujeres que sorprenden a todo México al dar un paso al frente aceptando cargo que ningún “hombre” ha querido aceptar.
Estas dos mujeres vieron en la televisión a Marisol y ” “si una chiquilla de 20 años puede hacerlo, por qué yo no” decía Olga. Aquí es donde la historia  de la “flor en el fango” pronto se convertirá en un ramo como decía un columnista de un diario de Ciudad Juárez.

Una mañana Marisol escucha su radio y escucha asombrada que a la entrada de su pueblo están 5 muertos y 14 heridos ya que un comando armado atacó en la madrugada un autobús cargado de mujeres el cual volvía de la maquiladora donde laboraban.

Ahora a estas tres mujeres les ha tocado atender  muchas entrevistas a medios de países que jamás en su vida habían escuchado y la pregunta siempre es la misma ¿no tienen miedo? los mismo periodista les recuerda que hasta la fecha han habido muchos ejecutados entre ellos hasta gobernadores, alcaldes y al igual que gente inocente, sin ir mas lejos, del anterior equipo de trabajo de Marisol de 18 policías  del pueblo, la mitad fue asesinada y la otra mitad… renunciaron antes de acabar como los primeros.
Marisol con la sonrisa de una adolescente responde:
“Claro que tengo miedo, todos tenemos miedo ahorita pero no temo un ataque porque esta policía será diferente y se centrará en lo social”. Y añade: “pero necesitamos que el miedo no nos venza. Me arriesgué porque quiero que mi hijo viva en un pueblo y un ambiente diferente a lo que hoy tenemos“.
Precisamente este deseo es lo que sin conocerse ha unido a tres mujeres, Marisol, Olga y Verónica. ” Marisol me terminó de convencer . Si ahí esta una mujer, pues porque en mi pueblo no. Además mire por encima de todo esto están nuestros hijos, a los cuales hay que darles un mejor futuro a pesar de todo lo que estamos viviendo, vamos a rescatar los valores y que mejor forma que como policía” dice Verónica Ríos además afirma: “Aquí no hay empleo por el problema de la inseguridad, así que esta es otra forma de ayudar económicamente a mi familia”.
Tres cosas en común son mujeres, tienen hijos y son de la región más violenta en el país, pero tres palabras no se les pueden quitar de la boca a estas tres mujeres “hijos”, “esperanza”, “futuro”. En sus mentes sus hijos, y su pueblo como un lugar donde puedan jugar sin miedo a los “levantones”, ejecuciones o extorsiones.