Israel se resiste a admitir que el embargo que castiga a 1,5 millones de palestinos no funciona. Se lo acaba de recordar la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton, que ha denunciado que el bloqueo es “inaceptable y contraproducente”. Lamentablemente, estas palabras han sido lo más fuerte que ha pronunciado la UE, en línea con prácticamente todos los gobiernos occidentales. Es evidente que el Gobierno israelí es totalmente inmune a las palabras de condena.
El acto de piratería que ha afectado a ciudadanos comunitarios requiere una respuesta más contundente por parte de Europa. Se podría, por ejemplo, suspender el Acuerdo de Asociación de la UE con Israel o el régimen de liberalización agraria que entró en vigor este año, mientras no se levante el embargo contra Gaza. Por supuesto que esta sanción afectaría a muchos israelíes decentes que no tienen nada que ver con la política errónea de su Gobierno. Pero quizás es la única forma de hacer entender lo absurdo, ineficaz e injusto del bloqueo.
Thilo Schäfer