domingo, 16 de enero de 2011

COMPRAR, TIRAR, COMPRAR



Cosima Dannoritzer, directora y guionista del documental ‘Comprar, tirar, comprar’, tiene el mismo teléfono Nokia desde hace 13 años. “Me va muy bien para mensajes y llamadas. Este móvil se me ha caído, se me ha metido en la bañera… Es un modelo que tiene hasta un club de fans en la web”, ríe, “No tiene Internet. Lo voy a cambiar. Pero el salto merecerá la pena ¿no?".
“Si en vez de cambiar el móvil cada año lo cambiamos cada dos o tres años, estamos igual de actualizados con la tecnología y no generamos tanta basura. No hay tantas novedades cada año”, afirma Dannoritzer. La directora cuenta en su documental la historia de la “obsolescencia programada”, la estrategia que las empresas utilizan para aumentar las ventas reduciendo la resistencia de sus productos desde principios del siglo XX.

La idea nació hace cinco años y el documental no empezó a rodarse hasta 2007. "Me gusta hacer documentales sobre la basura, tengo curiosidad por ver qué dice la basura sobre una cultura. Fui a un punto verde y pensé en todas las que la gente tiraba allí y que no ha llevado a arreglar y por qué estamos dejando de arreglar cosas.
Con una audiencia de 840.000 espectadores el pasado domingo en La 2, más de 150.000 visionados en la web desde entonces y cerca de dos días como trending topic en Twitter, la directora considera que la película ha sido todo un éxito. “La gente ya sabía que algo pasaba, pero no que tuviera un concepto y una historia”, asegura, “nosotros queríamos que hubiera debate y me alegra mucho que lo hayamos conseguido”.
Joan Úbeda, director de la productora Media 3.14 y productor de la película, confiesa que los resultados del documental también han sorprendido a la propia empresa. Achaca el éxito a la calidad de la cinta, pero también a la promoción que Televisión Española y TV3 le han dado a la cinta. Comenta que otros documentales realizados por ellos, con una “promoción estándar”, conseguían la mitad de audiencia.
La acogida del documental ha sido muy positiva, aunque también hay quienes han criticado que no se dé voz a las empresas para que desmientan o justifiquen estas prácticas. Dannoritzer explica que la idea era comprobar si algunas historias eran leyendas urbanas o hechos y crear debate, pero no acusar a ninguna empresa. “No nos queremos meter con una empresa específica. Si arremetemos contra una empresa y esta empresa cambia puede venirse abajo porque el resto sigue igual”, explica, “Si preguntáramos a alguna empresa habría salido como el culpable y eso no me parece bien”.
La directora cree que ya estamos un paso más cerca de la solución: “si a la gente le interesa, es por algo”, comenta, “la idea era replantear el sistema entero y que la gente vea que es posible pensar de otra manera. Las soluciones tenemos que buscarlas juntos”.

Me ha parecido tan interesante que lo he colgado aquí, como siempre el titulo de la entrada enlaza directamente con el original.

No hay comentarios:

Publicar un comentario