Desembarca en España el ICBC, el banco más grande del mundo
El banco más grande del mundo, el Industrial and Comercial Bank of China (ICBC), desembarca hoy en España con la apertura de su primera sucursal en Madrid. Es la primera espita de su expansión europea que le llevará también a París, Bruselas, Ámsterdam y Milán.
Al frente de esta expansión está uno de los banqueros más desconocidos, incluso en su país, Jiang Jianqing (Shanghai, 1953). Su perfil responde al estereotipo del hombre poderoso en China: se mantiene lejos de los focos, cuida sus excentricidades y vive parapetado tras una mampara casi inaccesible. Muy poco se conoce de él más allá de su labor como presidente del ICBC y sus contadas apariciones en foros económicos.
"Es un hombre muy cercano al trato, amable, hablador, incluso sonriente", explica un diplomático destinado en Pekín que semanas atrás compartió un encuentro privado con Jiang.
Pero hay algo que le diferencia mucho del resto de millonarios chinos: su salario es público. En 2008, el presidente del ICBC ingresó 173.500 euros, una minucia si se compara con los 14,5 millones que ingresó su colega Jamie Dimon, presidente ejecutivo de JPMorgan. Lo que sí es una incógnita son los extras que ingresa Jiang procedentes de otros canales, sin ir más lejos, por su labor como miembro suplente del 17 Comité Central del PCCh. La fidelidad al partido es un requisito indispensable para cualquier alto cargo en China.
El sueño confeso de Jiang desde que tomó las riendas del ICBC en el año 2000 es convertir una institución casi desconocida en un gigante con la misma presencia global que Citibank.
Al frente de esta expansión está uno de los banqueros más desconocidos, incluso en su país, Jiang Jianqing (Shanghai, 1953). Su perfil responde al estereotipo del hombre poderoso en China: se mantiene lejos de los focos, cuida sus excentricidades y vive parapetado tras una mampara casi inaccesible. Muy poco se conoce de él más allá de su labor como presidente del ICBC y sus contadas apariciones en foros económicos.
"Es un hombre muy cercano al trato, amable, hablador, incluso sonriente", explica un diplomático destinado en Pekín que semanas atrás compartió un encuentro privado con Jiang.
Pero hay algo que le diferencia mucho del resto de millonarios chinos: su salario es público. En 2008, el presidente del ICBC ingresó 173.500 euros, una minucia si se compara con los 14,5 millones que ingresó su colega Jamie Dimon, presidente ejecutivo de JPMorgan. Lo que sí es una incógnita son los extras que ingresa Jiang procedentes de otros canales, sin ir más lejos, por su labor como miembro suplente del 17 Comité Central del PCCh. La fidelidad al partido es un requisito indispensable para cualquier alto cargo en China.
El sueño confeso de Jiang desde que tomó las riendas del ICBC en el año 2000 es convertir una institución casi desconocida en un gigante con la misma presencia global que Citibank.
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