viernes, 19 de febrero de 2010

El dedito de Aznar

Como Rodriguez Zapatero y Felipe Gonzalez, Jose María Aznar fue presidente de gobierno de España. Y ostentar este cargo significó que vivió y vivirá lo que le quede de vida por sobre el resto de los mortales.

El ex-presidente Aznar fue esta tarde a dictar una conferencia a la Universidad de Oviedo, fue interrumpido varias veces por un grupo de estudiantes que a su salida los despidieron (totalmente fuera de lugar) con los gritos de asesino, terrorista y fascista, y fue entonces que el ex-presidente sacó el dedo medio para ganarse cuatro titulares y algún que otro post como este.

A Aznar se le debe reconocer que tuvo la habilidad de sacar a España de otra crisis económica, montando una administración que supo gestionar el dinero que Europa dejó caer a raudales durante diez años como si fuera maná (éramos pobres entonces), pero estoy convencido que eso no le otorga ningún derecho a reaccionar como un luchador de wrestling o como un rufián de barrio bajo. Esos que le insultaban son ciudadanos y él, como ex-presidente, no puede permitirse el desliz del fuck-off. A título personal no creo que Aznar sea un criminal de guerra ni muchas de las otras barbaridades con que se lo recibió, pero verlo en esa actitud tan prepotente y primaria me trae a la memoria otros malos momentos igualmente prepotentes, cada uno a su estilo, como cuando intentó comprar la Medalla del Congreso americano que difícilmente podría haber ganado con méritos propios (y ni siquiera así la consiguió), cuando hizo el ridículo a cuenta y orden de todos los españoles en sus performances con el amigou Bush y los pies sobre la mesa o cuando posó para la posteridad en aquella otra triste imágen que ha quedado como su legado: la foto de las Azores.

Un personaje de la envergadura de José María Aznar no puede reaccionar como tu o como yo o como cualquiera del populacho, simplemente porque no vive como el populacho. No me imagino ante los insultos de cuatro desgraciados a Angela Merkel haciendo un corte de mangas ni levantando el dedo a nadie. Aznar ha demostrado esta tarde ser un político con tics autoritarios y tercermundistas como los pueden tener aqui cerca Berlusconi y cruzando el charco Hugo Chavez o Kirchner, y cada salida suya demuestra que hoy en día es un peso muerto que arrastra el PP con las elecciones a la vista.

O como poco un jarrón chino, como le dicen algunos de sus ex-compañeros de ruta que hoy se permiten criticarle.



Miras a la Izquierda... ... nada.

Miras a la Derecha ... ... nada.

Entonces cruza la calle....

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